Soy un lector incansable, apasionado por aprender, por crecer y por compartir.
Amo a Dios con todo mi corazón, y encuentro belleza en las cosas simples: la lluvia que renueva, las mariposas que transforman, la velocidad que me recuerda que estamos vivos.
Creo, profundamente, que no viniste a este mundo solo a sobrevivir.
Viniste a vivir con propósito, con plenitud, con fe.
Y cuando decidís poner a Dios en el centro, todo lo demás empieza a encontrar su lugar.
Mi propósito es ayudarte a recordarlo y caminarlo juntos.